Comprar en línea: los puntos clave
Uno de los mayores avances en la protección de datos en nuestro país ha sido, sin duda, el establecimiento en 2010 de la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares.
En su artículo 19, esta legislación señala que “todo responsable que lleve a cabo tratamiento de datos personales deberá establecer y mantener medidas de seguridad administrativas, técnicas y físicas que permitan proteger los datos personales contra daño, pérdida, alteración, destrucción o el uso, acceso o tratamiento no autorizado”, y menciona al desarrollo tecnológico como un factor a considerar para este objetivo.
Desde ese momento, todas las empresas que participan en actividades de comercio electrónico están obligadas, desde un punto de vista técnico, a proteger la información de sus usuarios, quienes solo estando conscientes de este acto podrán validarlo.
Algunos otros elementos que los usuarios pueden tomar en cuenta para asegurarse que se encuentran realizando operaciones en un sitio seguro serían verificar que en la barra de dirección el http tenga una “s” de secure al final y, por ejemplo, en las páginas de bancos, notificar que en el browser (navegador web) aparezca un candado en la parte inferior, que indica que es una página cifrada.
Detalles como los anteriores son solo una muestra de la cultura que los internautas deberían adquirir para poder realizar compras en línea de una forma más segura, eliminando los temores e inquietudes que esta actividad podría llegar a implicar y, finalmente, impulsando su crecimiento.